domingo, 4 de abril de 2010

EL VENENO INSTANTÁNEO




En un desván de Kisangani un muchacho africano ve por primera vez el mar. Dibujos de barcos en cartones rotos, fotografías de playas azules donde anochece, de tempestades, de ahogados que flotan sobre las olas.

Mira los libros desparramados sobre el suelo. Lee difícilmente en inglés. Con gran paciencia consigue descifrar una antigua historia: en el Mar de Baffin perdieron la vida cien marineros y entre ellos su capitán, John Franklin.

Guarda un viejo sextante que huele a sal entre sus ropas y se aleja por las calles en sombra, apretando su cuerpo a los muros, como un ladrón de tesoros.