domingo, 9 de mayo de 2010

POEMA QUEMADO PARA ENCENDER UNA LÁMPARA




El niño muerde una nuez mientras espía a su hermana que camina en sueños, trazando pasos de baile en el espacio vacío de su choza de lata.

Sueña que va a suceder una oscura desgracia.

Un terremoto destruye las casas del barrio como si fueran cristales. La niña llora amargamente, le duele la garganta como si se hubiera tragado un cuchillo.

Cuando despierta encuentra una amapola al pie de su cama. Se limpia la cara humedecida con el envés de sus manos y cubre a su hermano dormido sobre el piso de tierra con una chaqueta vieja.