Leo
en tu corazón como en la espuma de una ola o en las huellas que dejan los
caballos al galope.
Te beso dulcemente, dibujo estrellas de nieve que cubren tu cuerpo adormecido.
Un
lobo blanco se mueve alrededor de tu cama en cuarto creciente.
Simulas no saber que te
observo. Dejo en tu mesilla una piedra lunar y salgo en silencio a observar el eclipse.