domingo, 10 de febrero de 2013

HIDRA



 GERDA TARO DORMIDA


Los aviones sueñan con ser aves que se posan en las líneas de luz, que viajan a las lunas de Plutón y aterrizan en sus cráteres helados como diminutas esquirlas de nieve.

Tú, anciana mujer que me diste la vida, con las venas marcadas como flechas por la muerte, también sueñas.

Desde el lugar donde brotan tus anhelos una niña a punto de nacer te mira con sus ojos aún cerrados, te sonríe dulcemente con tus mismos labios.