Un tigre deja huellas cada noche sobre las calles vacías.
Los cervatillos envenenados escapan de la muerte como mariposas clavadas y pasan en silencio, a la deriva, igual que burbujas o cristales de nieve.
Doblan las campanas de todas las aldeas, las constelaciones se reflejan en los ríos helados.
Los ancianos prenden hogueras de helechos y trazan sortilegios de sangre en sus ventanas.
Los cervatillos envenenados escapan de la muerte como mariposas clavadas y pasan en silencio, a la deriva, igual que burbujas o cristales de nieve.
Doblan las campanas de todas las aldeas, las constelaciones se reflejan en los ríos helados.
Los ancianos prenden hogueras de helechos y trazan sortilegios de sangre en sus ventanas.
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