GERHARD RICHTER
Los soldados pasean soñolientos por la playa de olas
amarillas, de noche, hipnotizados por las gaviotas que dibujan líneas
brillantes en el agua.
Muchachos con fusiles se esconden en lanchas de
luces apagadas, esperando una señal.
El azar los dirige como un gran pez que respira.
Sirio parpadea su idioma magnético mientras un
aeroplano se precipita en el mar.
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